En la última exposición de Natalio Bayo en “A de Arte” había tres obras, pequeño formato, en una vitrina que para mi marcan una nueva línea, un nuevo paso. Sin abandonar su temática, sí que el artista aragonés se olvida un poco de la línea curva y apuesta por algo más lineal, con más ángulos. Y me gusta. Este obispo, sea quién sea, me gusta. No hay tanta crítica, sí un aprovechamiento del tema para hacer pintura de la buena.